Es hora de dar el siguiente paso, lo pensaste demasiado, sabes que tu negocio necesita ese diseño, y bang, no sabes ni con quién, ni cómo. Pero acá te prevenimos y te orientamos a que logres comprar tu logo, sin morir en el intento.
Es claro que cada diseñador, se maneja distinto, tiene diversos precios, opciones de cambio y demás. Pero acá, lo que debes de priorizar como cliente es, primero, que tu logo sea funcional y dos, que este no te dé problemas en el futuro. Y para prevenirte (porque también hay ”diseñadores” gandallas), acá te enlistamos las personas con las que debes de tener mucho cuidado a la hora de hacer tu compra:
Diseñadores Patito
Estos vivos, se la pasan ofreciendo sus servicios, a lo mejor con buena labia, sí, pero con hechos terribles. Si ves tu prototipo de diseño en Word, Power Point, Photoshop, Canva o alguna de estas otras apps, sal de ahí, y corriendo. Pa’ empezar, los diseños de logos van siempre en vectores, para un mejor funcionamiento. Estos, te ayudarán a que puedas ampliar o reducir el diseño sin problema alguno. Y utilizarlo siempre, para cualquier impreso o bordado sin distorsión. Ya ni nos quejamos tanto de Photoshop, ¿pero Word? ¿Power Point? Hay gente que aún tiene vigente el Paint. Ahí, definitivamente no es.
Mucha palabra, poca acción
Ahora, hablemos sobre los ”expertos”. Estas personas tienen nulo conocimiento del tema, pero se la pasan siempre comparando el diseño que te van a hacer con grandes marcas como Nike, Microsoft, queriendo imitar un modelo obsoleto y aparte con frases de los dueños de la compañía que por cierto nunca dijeron. Y para rematar el logo termina estando terrible, eso sí, con palabrería ”justificada”. Estos ”artistas” incomprendidos, son los equivalentes a los cursos motivaciones de cientos de pesos. Hasta los podemos llamar ”Couch en Diseño”. Guácala.
El Diseñador Ratero
Chale, este sí está más gacho. Porque estos son los que se la pasan vagando en los bancos de imágenes gratis, descargando y editando (y si acaso), el diseño y vendértelo. O lo peor del caso, hay veces que vienen hasta con marca de agua, y aguas, porque con estos sí, no debes de hacer trato para nada. Porque más que lo que vas a gastar, terminarás con una denuncia, multa o simplemente no podrás registrar la imagen para tu negocio. ¿Problemas? Sí, muchísimos.
¿Entonces qué hago?
Para empezar, consulta. Siempre es bueno preguntarle al diseñador o empresa, qué logos ha elaborado, cuántos clientes han salido satisfechos con su trabajo, ¿cómo los realizan? ¿Cuál es su estilo? ¿Qué te entregan? Pregunta absolutamente TODO. TODO. Y no importa cuántas veces. Asegura todo, más vale.
También, valora el trabajo. Un diseño no es express, no es dibujar y ya. Lleva investigación sobre tu negocio, sobre colores, conceptos y también tus ideas. Todo mezclado para que funcione bien. Valorar el trabajo del diseñador implica costos, comprensión y paciencia. Y si te parecen muchos requisitos, por eso te timan los diseñadores ya mencionados.
No está demás que te sumerjas a este universo, para que tengas ideas frescas y conocimiento necesario para que no te tomen desprevenido.
Así lo hacemos en CARTDANG…
Como te lo mencionamos, cada diseñador o empresa, tiene diferentes dinámicas a la hora de venderte un diseño. En CARTDANG, la experiencia consiste en contextualizarte. Qué es Logotipo, Isotipo, Imagotipo, Isologo (muy diferententes entre sí), Psicología del color, qué es funcional, qué no y demás. Nos cuentas la historia de tu negocio, investigamos y hablamos sobre tu concepto. Todo, para venderte y atenderte lo más pronto posible y con la calidad que mereces.
No te dejes engañar.